El coronavirus está causando estragos por todo el mundo. Y, con más de 32000 infectados, Canarias no se salva de su azote, con Tenerife y Gran Canaria como principales focos de contagio.
Tras un insólito año 2020, en el que las infecciones por covid19 no han parado de crecer, son muchas las incógnitas y preocupaciones que siguen haciendo mella en todos nosotros. Con las llegadas de las vacunas, 2021 se presenta con esperanza, pero sigue habiendo mucha incertidumbre.

La facilidad de contagio, las vidas que ha tomado este virus y el peligro de colapso del sistema sanitario son los tres problemas más evidentes sobre los que se está poniendo el grosso de los recursos. Sin embargo, estos problemas no son los peores, ni mucho menos. El estrés y la ansiedad percibidos en una parte de la población es algo muy real y sobre lo que debemos trabajar entre todos.
La salud de tu mente, la gran olvidada
Es así, debes tener en muchísima consideración la salud de tu mente. El estrés, la ansiedad, la depresión y otros síntomas colaterales son aspectos de la salud muy importantes que han sido un poco dejados de lado en todo este asunto. Son aspectos incluso más importantes que la propia fiebre y demás dolencias causadas por coronavirus.
En un plan social responsable, no hemos de poner únicamente la atención sobre el virus y la propagación de este. Las normas que nos recomiendan no velan por tu salud individual e integral, abordan sobre todo la salud de la sociedad. Y eso está bien, de eso deben encargarse los organismos responsables.
Sin embargo, de tu salud y alegría el/la primer/a responsable eres tú. Si, por seguridad, te quedas en casa y por ello te dejas de mover, o, peor aún, permaneces buena parte del día exponiéndote a noticias relacionadas con la pandemia, la salud de tu mente se verá muy perjudicada. Y a menudo esto ocurre sin que te des cuenta. Pues es una transición, ocurre de forma paulatina.
Si bien se han puesto en marcha algunos proyectos y equipos que velan por tu salud psicológica, haciendo balance, lo que prima es la noticia tendenciosa advirtiendo de los mayores peligros. Y esto es un problema. Debemos entender que el la vida no es peligrosa, ni es el coronavirus. La vida es la que es, y no nos hace ningún bien darle tanto peso a lo que nos mina la vitalidad.
Te animamos a «olvidarte» de todo siempre que lo necesites, ya sea con un paseo o con cualquier otra actividad o inactividad. Esto, en apariencia simple o incluso «egoísta», te dará mucha claridad. Y con esta claridad sabrás lo que has de hacer.

Un difícil equilibrio entre economía y salud
En el siguiente apartado, para acabar este artículo aportándote el mayor valor posible, te damos algunas herramientas muy efectivas en pro del bienestar de tu mente. Pero antes de pasar a ese punto, vemos determinante hablarte del equilibrio entre la economía y la salud.
Parece obvio, lo importante es la salud, no debemos escatimar en gastos. No obstante, el sistema económico es un pilar base sobre el que se sustenta nuestro bienestar. Nuestra salud y alegría depende íntegramente de que este funcione.
Nadie estaba preparado para una pandemia mundial, incluso muchos «expertos» se han visto sobrepasados por la realidad. Y es que los que han adquirido la responsabilidad sobre su país o su comunidad no pueden tomar decisiones a la ligera. Si dejan al coronavirus propagarse sin ningún tipo de supervisión, la cantidad de vidas que se cobrará, así como el colapso del sistema sanitario, serán insalvables. Pero si cierran los todos negocios o nos exigen cuarentena más de lo debido, la gente que vive de esos negocios no tendrá ningún futuro, con o sin coronavirus.
Y es por esto que que hemos escrito este post, para aportar una visión coherente a la sociedad, que aporte más bienestar que temores, así como relativizar en la medida de lo posible el problema.
Así pues, habiendo hablado de los peligros directos del covid19, te recordamos la importancia de coger perspectiva. La vida NO es el coronavirus, tómate un respiro para repensar lo que realmente te importa siempre que lo necesites. Desde una sensata relajación, nuestra intuición obra milagros.

¿Qué podemos hacer para minimizar los daños psicológicos ocasionados por el coronavirus?
Primero que nada, desde Hayek Control de Plagas hacemos un llamamiento a la responsabilidad sobre las medidas básicas, tales como la higiene y la distancia social.
Así pues, sí te recomendamos que no te obsesiones con las medidas. Presta atención a la siguiente lista de sugerencias, las cuales te ayudarán a relativizar todo esto, y por ende, a poner la atención de tu mente en cosas que te potencien:
- Haz ejercicio. ¡Y comprométete! No es una opción que puedas escoger, se trata de la vida circulando por cada poro de tu piel. Y te lo aseguramos, no necesitas entrenar 1 hora cada día. 20 minutos de ejercicio inteligentemente programado, 3 o 4 veces a la semana, hacen auténticas maravillas en tu organismo, en tu sistema inmunitario y, sobre todo, en tu mente.
- «Nada es tan importante». Tu tranquilidad es lo más valioso. Desde ella todo fluye de forma armoniosa. Tomarás mejores decisiones, tendrás los sentidos más agudizados y, por ende, también los tuyos se sentirán mejor.
- Descansa. Es la mejor ocasión de cada día para sanar. De los tres pilares de la salud, el descanso es el gran olvidado. Casi todos sabemos lo importante que es hacer ejercicio y alimentarse correctamente. Pero no le damos tanta relevancia a dormir lo que nuestra biología nos reclama. Y cada vez hay más evidencia de que esto de dormir es precisamente el más importante de los pilares de la salud. Intenta mantener una regularidad en la hora que te acuestas y trata de dormir al menos 7 u 8 horas diarias. Si estás lejos de este ideal, no te preocupes, se trata de ir mejorando poco a poco. Y recuerda, nada tiene suficiente importancia como para justificar que debas dormir menos. Salvo tus hijos (o emergencias de esta índole), por supuesto.
No te compares con nadie
Cada uno de nosotros se encuentra en unas circunstancias distintas. Dependiendo de estas seremos más vulnerables a los efectos del estrés y la ansiedad. Aún cuando visto desde fuera pueda parecer que tienes una buena vida, es totalmente comprensible que puedas sentirte mal. Son lances de esta época en la que vivimos, y lo que más debe importarte es tu bienestar y el de los tuyos. Trata de ir conociéndote mejor y dando la importancia justa a cada cosa.
Si alguien de los tuyos o tú están en una situación desfavorable (edad, economía, enfermedad, sin hogar…) debes saber que no estás haciendo mal a nadie, y no debes sentirte mal por tener pensamientos negativos. No dudes en hablar con gente especializada en estos ámbitos.

Un consejo sobre salud para dominarlos a todos

Cerramos este artículo contándote cuál el aspecto más importante en cuanto al bienestar, sobre el cual debes poner el foco de tu atención.
Teniendo este aspecto a raya, te será mucho más fácil fluir y abordar todo lo demás. Con este fundamento, la vida jugará a tu favor. Y esto te lo decimos con una base sólida: lo último en ciencia, las observaciones de los grandes pensadores de la historia, y nuestra propia experiencia. Y este aspecto principal es la tranquilidad, íntimamente relacionada con la respiración enfocada.
Respira, desde la tranquilidad consciente todo cobra más sentido.